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23 julio, 2020 José Ayerve0
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Quito es una ciudad dinámica con una variedad de vecindarios y sectores con sus propias opciones de restaurantes y hoteles. Aunque siempre disfrutará de su tiempo en la capital, los sectores no son todos iguales y no todos optimizarán su tiempo en Quito. Como bien sabe, el lugar o vecindario en el cual elige hospedarse podrá marcar la diferencia en su viaje, ya que muchos factores influyen en el provecho que le puede sacar a su visita. Acompáñenos en una exploración de las ventajas y desventajas de diferentes zonas, incluyendo su ubicación, la logística de hospedarse ahí y los atractivos que ofrecen.

La Floresta

La Floresta es una de las parroquias de Quito más en boga gracias a sus murales mosaicos que demuestran un aprecio por el arte moderno y la buena comida. Durante el día, puede andar por las pintorescas calles y arboledas y disfrutar de las galerías y cafés que aparecen a la vuelta de cada esquina. Los días viernes y sábado, se suelen montar mercados al aire libre, donde residentes y visitantes puede conseguir frutas y verduras cosechadas en las fincas de la región. También hay una gran concentración de restaurantes que ofrecen de todo; desde la típica hamburguesa americana hasta sushi de alta calidad. Todos los lugares de comida se encuentran a corta distancia, andando a pie, siempre y cuando no salga muy tarde. Mientras su paladar definitivamente quedará satisfecho con las opciones que uno encuentra en este vecindario, debe estar consciente de que hay pocas atracciones turísticas o actividades cotidianas que uno puede experimentar cerca de este distinguido vecindario.

González Suárez

Vista del sector González Suárez
El sector González Suárez está situado sobre una orilla del valle principal de Quito.

La González Suárez colinda el costado norteño de La Floresta hacia la orilla este del valle central de la ciudad y goza de impresionantes vistas hacia Quito y el valle de Cumbayá. Este vecindario es un poco más tranquilo que la Floresta, lo cual permite que sus visitantes duerman cómodamente. Unos cuantos restaurantes se encuentran entre los edificios y hogares en esta zona residencial relativamente nueva. Entre ellos se encuentran negocios estilo delicatessen, cervecerías, cafés, y otros que ofrecen distintas especialidades culinarias.  La González Suárez está situada cerca del hermoso Parque Metropolitano, de donde uno puede disfrutar unos paisajes asombrosos de la ciudad y las montañas aledañas.

La Mariscal

La Mariscal en Quito
El vecindario de La Mariscal es lugar de mucha vida nocturna en Quito.

La Mariscal es famosa por su vida nocturna, especialmente en la Plaza Foch. Muchos bares, clubs y restaurantes se encuentran en este sector, lo cual inevitablemente significa que no siempre es posible acostarse a dormir a una hora razonable. A pesar de que esta zona se describe como el punto de mejor vida nocturna en la ciudad, aquí, uno debe andar con mucho cuidado al salir por la noche. Durante el día, se puede caminar hasta el Mercado de Artesanías, donde puede regatear y adquirir todos los recuerdos y regalos que alcancen en su maleta o, si hace buen clima, puede caminar hasta el Parque El Ejido, donde encontrará muchos artistas desfilando y vendiendo sus obras. A muchos viajeros les gusta comprar una obra de arte original para llevársela a casa.

Guangüiltagua Street

A pesar de que sea difícil pronunciar este nombre, los residentes y visitantes aprecian lo que ofrece este vecindario – algunas de las mejores vistas de Quito Norte. El barrio está situado al norte de la González Suárez, justo debajo del Parque Metropolitano, sobre la orilla este del valle, lo cual implica que uno puede salir a caminar por la mañana y disfrutar de los árboles formidables que forman parte del parque y de un resplandeciente amanecer sobre Los Andes. Esta área también es reconocida por sus divertidos bares y la variedad de restaurantes.

La Capilla del Hombre creado por el artista Oswaldo Guayasamín
La Capilla del Hombre es parte del Museo de Guayasamín en Quito.

Un lugar que vale la pena visitar si se hospeda en este sector es La Capilla del Hombre, una obra y museo creado por el artista Oswaldo Guayasamín, fácilmente el pintor más famoso del Ecuador. El artista dedicó su obra a la gente de Latinoamérica. Este lugar cuenta con vistas inigualables de la ciudad.

La Carolina

Parque La Carolina en Quito
La Carolina ofrece hermosos espacios abiertos, diferentes actividades y una gran variedad de instalaciones deportivas.

La Carolina se encuentra sobre la parte más plana del valle principal de Quito, en la zona conocida como Centro Norte. En medio de este sector, se encuentra uno de los parques urbanos más grandes de Latinoamérica, Parque La Carolina, que funciona de manera parecida al famoso Central Park de Nueva York. Incluye áreas para caminar a su mascota, montar caballo, y disfrutar de un sinnúmero de deportes gracias a una variedad de canchas, campos e instalaciones deportivas. La parte sureña del parque hasta tiene una laguna con piletas y puentes, donde se puede alquilar un bote a pedales.

Cumbayá

Plaza Central Cumbaya
La Plaza Central de Cumbayá

Aunque Cumbayá ofrece poco en cuanto a atractivos culturales, es un buen lugar para relajarse y hacer actividades de ocio. Ubicado a 20 minutos del centro de Quito, Cumbayá está situada a una altitud más baja que la capital y parcialmente resguardada por las montañas aledañas, lo cual significa que es un lugar con un clima más cálido. La Plaza San Francisco es anfitrión de un mercado al aire libre cada sábado y también es dónde uno encuentra varios cafés y restaurantes. Muy cerca de aquí hay un par de cines.

Para aquellas personas un poco más activas, el sendero Chaquiñán, que corre paralelo a una antigua vía férrea entre Cumbayá y el pueblo cercano de Puembo, que queda a unos 20 km al este, ofrece hermosos paisajes del campo a cualquier ciclista o senderista. Otro lugar ideal para relajarse es el Reservorio, con vistas de los valles aledaños. La Esquina, un conjunto de coloridas tiendas, cafés y restaurantes, se encuentra justo al frente de una de las esquinas del Reservorio, y puede ser el sitio perfecto para descansar y recargar sus energías.

Centro Histórico

Plaza San Francisco en Quito
El cielo del anochecer en Quito sobre la Plaza San Francisco

El Centro Histórico de Quito fue el primer sitio nombrado un Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Como el lugar donde nació Quito, las calles y edificios del Centro Histórico te hablan de un mundo que en algún momento existió. Fue uno de los centros preeminentes del Imperio Inca. En el siglo XVI, cuando llegaron los españoles este lugar ya contaba con uno de los mercados más importantes de la región, lo que hoy día es Plaza San Francisco.

La Compañía de Jesús en Quito
El interior de La Compañía de Jesús en el Centro Histórico de Quito, bañado en oro.

El Centro Histórico no es solamente la cuna de un sinnúmero de cuentos e historias fascinantes, también es un sitio lleno de hermosas iglesias y extraordinarios museos y galerías – todos al alcance, andando a pie. La Compañía de Jesús es una iglesia que cuenta con una decoración interior de las más elegantes de Sudamérica, casi totalmente bañada en oro. La Basílica del Voto Nacional representa el orgullo del Ecuador. En lugar de tener gárgolas, esta enorme catedral cuenta con figuras de animales silvestres típicos del Ecuador, además de un gran vitral de colores.

La Basílica del Voto Nacional en Quito
Uno de los atractivos más impresionantes es La Basílica del Voto Nacional en el Centro Histórico de Quito.

Aparte de las iglesias y museos, el barrio de La Ronda ofrece un pequeño vistazo del Quito antiguo, con calles empedradas y puertas estilo colonial que te invitan a conocer tiendas de productos artesanales, restaurantes de comida típica quiteña, así también como varios bares y patios. En La Ronda, hay una animada vida nocturna para aquellos que desean tomarse una copa y disfrutar de música en vivo o bailar, si desean hacer un poco más de ejercicio.

La Ronda en el Centro Histórico de Quito
La Ronda ofrece un vistazo de la vida cotidiana en Quito.

Claro qué el Centro Histórico también cuenta con muchas plazas como la Plaza Grande, donde se encuentra el majestuoso Palacio Gubernamental y la Plaza San Francisco, mencionada arriba, hogar de la Iglesia y Convento de San Francisco. Elegir hospedarse en el Centro Histórico significa que la mayoría de los atractivos más importantes de la ciudad se encuentran a pocos pasos y, ¿qué mejor opción que hospedarse en un hotel boutique que te brinda un servicio íntegro?

Casa Gangotena, por ejemplo, situada sobre un costado de la Plaza San Francisco, es una mansión completamente restaurada y renovada que originalmente pertenecía a una de las familias más pudientes de la capital. Llena de historia, Casa Gangotena ofrece niveles de atención y lujo incomparables, lo cual significa que no solamente vivirá Quito como un destino, sino que también se sentirá en familia.

Casa Gangotena sobre un costado de la Plaza San Francisco
Casa Gangotena iluminada por la luz del amanecer.

En general, el vecindario en el que usted elige hospedarse definirá su experiencia en Quito, sumando o disminuyendo su goce del viaje. ¿Desea disfrutar de cafés y restaurantes? ¿Quiere conocer los atractivos turísticos de la ciudad? ¿Le gustaría estar inmerso en la cultura y las tradiciones de Quito? ¿O desea todas estas opciones? Solamente hay un vecindario que definitivamente le podrá ofrecer todo lo que desea en su visita a la capital de Ecuador, con el casco histórico mejor preservado de toda Sudamérica. ¡La opción es suya! (Y, si decide hospedarse en el centro antiguo, de igual manera podrá explorar cómodamente todos los vecindarios arriba mencionados.)


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27 agosto, 2018 Christopher Klassen
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La calle de las 7 cruces en el Centro Hitórico de Quito.
Una de las cruces que se encuentran en la Calle de las 7 cruces en el Centro Histórico de Quito.

Cruzando la Plaza San Francisco y bajando la Calle Sucre desde Casa Gangotena, uno se encuentra con una de las calles más fascinantes de la ciudad… No sólo hay iglesias en la traficada García Moreno… hay un total de siete cruces gigantescas, y sólo puede haber una razón para tan religiosa conglomeración: la necesidad de dominar a los nativos. Ello demuestra la importancia histórica, y prehistórica, de esta calle.

Se cree que conectaba a las colinas sagradas del Yavirac y el Huanacauri (los cerros del Panecillo y San Juan, respectivamente), donde la sociedad pagana centraba sus actividades y que hoy es buena excusa para recorrer la «escalonada» historia de esta milenaria ciudad.

La llamada Calle de las Siete Cruces —léase García Moreno, en honor al presidente brutalmente asesinado en sus aceras —es receptáculo de un número asombroso de atractivos: el Museo de la Ciudad, el Monasterio de Carmen Alto, el Palacio Presidencial y la Plaza Grande; el Museo Numismático en el antiguo edificio del Banco Central del Ecuador; la residencia de la aristócrata María Augusta Urrutia (ejemplo de la clase pudiente quiteña de principios del siglo pasado); La Compañía y la Catedral; la casa donde la criolla Manuela Cañizares organizaba sus parrandas antirrealistas, incluso una casa colonial donde, como leyó alguna vez un rótulo, «bailó Bolívar». Puedes pasearla en toda su extensión o caminar por la calle Sucre hasta el complejo de San Francisco (visitar a este hito religioso tendrá que ser para otra edición), pero nuestro viaje el día de hoy nos lleva en dirección norte y oeste.

Si «la escalonada historia» de Quito tuviera un hogar, tendría que ser el Centro Cultural Metropolitano (esquina suroeste de la Plaza Grande).En este edificio, donde la Biblioteca Municipal y el museo de cera Alberto Caamaño complementan la agenda artística y cultural del centro, ha operado de todo desde una fábrica de tabaco, una cárcel, un arsenal de municiones, y varias escuelas y universidades, hasta un recinto donde se ejecutaban a los disidentes y la propia alcaldía. Al principio fue un bastión jesuita, con su farmacia—hasta una huerta— y las instituciones académicas principales de la Orden. La biblioteca San Gregorio Magno, una de las más completas de su tiempo, también sería sede del primer periódico de Quito —Primicias de Quito— una de las muchas innovaciones del ilustre Eugenio Espejo. De corta vida, este esfuerzo sembró curiosidad en la mente de algunos criollos.

Una pareja en la Plaza Grande en el Centro Histórico de Quito.
La Plaza Grande es una de las plazas más grades e importantes del Centro de Quito.

Al otro lado de la calle, está El Sagrario con sus hermosos frescos y paredes caladas sobre un fondo turquesa. Más arriba, en la esquina noroeste de la Plaza Grande, está La Concepción, el primer claustro de Quito (puede ser visitada el 2 de febrero durante las fiestas de La Candelaria o durante la misa del 24 de diciembre a las 11 PM). Un desvío sobre la calle Chile al oeste nos lleva al maravilloso templo de La Merced. El exterior casi minimalista es todo un antítesis de lo que hay adentro. «Pastel de bodas» es tal vez la mejor asociación de palabra que se me ocurre para describirlo: un entrelazamiento de figuras y espirales combinando colores palo de rosa y blanco, con la cabeza de Jesús por poco iluminado por luces de neón, y óleos con enormes marcos dorados… ¡Empalagosa perfección! Sobre la calle Cuenca hacia el norte, la casa esquinera alberga el Museo de Arte Colonial. ¡Si las iglesias están llenas de arte religioso, imagínense el museo!

Una cuadra al norte, a la derecha, bajando la calle Olmedo, pasamos por la Casa de Benalcázar, con una colección de arte colonial modesta pero interesante, ubicado en una hermosa mansión al frente de una plaza pequeñita, la primera de Quito.

A dos cuadras cuesta abajo, en Olmedo y Venezuela, el tallado espectacular de las puertas de El Carmen Bajo seguramente te tendrán admirando hasta las grietas. Por la calle Venezuela, en ascenso, puedes también visitar el Museo Camilo Egas, encajonado en una bella mansión, con la obra fabulosamente diversa de uno de los artistas más creativos del Ecuador.

Y finalmente, ya perdiendo el aliento, uno llega a la descomunal Basílica del Voto Nacional, la cosa más grande de Quito. Tan grande, que luce totalmente fuera de lugar, pero es impresionante desde todos sus costados. Esta rareza neogótica construida— ¡y aun no completada!— hace tan sólo un siglo, con sus extrañas gárgolas inspiradas en animales autóctonos y excepcionales torres para admirar la ciudad desde lo alto, la convierten en un atractivo indiscutible.

Las siete cruces hechas de roca volcánica del Pichincha :

  1. Hospicio San Lázaro / Hospice
  2. Carmen Alto
  3. La Compañía
  4. Sagrario
  5. Catedral / Cathedral
  6. La Concepción
  7. Santa Bárbara

Fotografías por Ñan Magazine y Quito Turismo.

La Iglesia de La Merced en el Centro Histórico de Quito.
Conoce esta increíble y única Iglesia en Quito.

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27 agosto, 2018 Christopher Klassen
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El oficio de hacer sombreros es tradicional en un país como el Ecuador, donde el sombrero de paja toquilla (comúnmente conocido como el “Panama Hat”, aunque es netamente ecuatoriano) es emblemático a nivel mundial. Y donde, cabe recalcar, el sol pega fuerte (sobre todo en Quito) y no perdona a nadie, entonces su uso se convierte en una moda necesaria.

¿Está buscando un souvenir?
Mientras visita Quito, no deje pasar la oportunidad de encontrar el regalo perfecto para llevarse a su hogar. En Hotel Boutique Casa Gangotena, ofrecemos diferentes tipos de artesanías hechas a mano (¡también encontrará sombreros!)

Si usted es un huésped de Casa Gangotena y está interesado en adquirir un sombrero de paja toquilla, por favor contáctese con Francisco Mena ([email protected])

¿Dónde puedo encontrar sombreros de paja toquilla en Quito?

Los sombreros de paja toquilla se encuentran con facilidad en el Centro Histórico de Quito, sin embargo, si está buscando un lugar para comprar los tradicionales «Sombreros Panamá», puede visitar la Sombrerería Benalcázar en la Calle Benalcázar y 24 de Mayo. Es una tienda de sombreros Ecuatorianos que ha sido manejada por la familia Anchala por más de 60 años.

Los sombreros tradicionales de Ecuador.
Aunque fue llamado erróneamente como sombrero Panamá, el sombrero de paja toquilla en realidad es de orgine ecuatoriano.

Por fuera, aquella entrada sutil y humilde del local puede pasar desapercibida, pero una vez que la cruzas, entras a un mundo vasto de colores y artefactos. Los sombreros, por supuesto, dominan el paisaje, se encuentran de todos tamaños, colores y formas apilados uno encima del otro en repisas y algunos hasta sujetos por clavos en las paredes. Hay boinas, sombreros de copas, vaqueros, de paja toquilla, y tradicionales de las fiestas populares. Como el sombrero del “Aruchico” –personaje de la fiesta de San Juan y San Pedro- hecho de paño y adornado con pequeños espejos y cintas multicolores que caen de su borde.

Las caretas también son protagonistas de la tienda. Tendidos sobre unos alambres en la pared izquierda, se encuentran filas de máscaras y caretas de políticos, de diablos, de animales, de payasos… La vista se agudiza dentro de la Sombrerería Benalcázar, cada rincón, cada estantería, cada pared está decorada con los sombreros y caretas hechas por César Anchala, el propietario actual del negocio de familia que inició con su padre. Su esposa, sonriente y acogedora detrás del mostrador, saluda e invita a probarte los sombreros. Con paciencia, baja a cada uno y se emociona al verlos sobre tu cabeza.

Una señora de estatura pequeña, pelo negro, nariz grande y una mirada tímida dice ser la que también confecciona aquellos artefactos y con un gesto de su mano te lleva a la parte trasera del local. Pasando una pequeña puerta entras a un cuarto que muestra el paso del tiempo. La pared está cuarteada y las repisas sostienen aún más sombreros y herramientas de madera, y por ahí también se ve una radio de años pasados. Dos retratos enmarcados y colgados en la pared te miran directamente. La familia Anchala: el padre y la madre de César, los dueños originales. Sobre sus retratos un letrero antiguo, se lee SOMBRERERÍA BENALCÁZAR, más abajo, ARREGLA SOMBREROS Y BOINAS, en letras rojas y azules (la entrada del local ya tiene un letrero más “moderno” que también indica el mail de César).

En este cuarto se construye todo: los sombreros, las boinas, las caretas…aquí mismo confeccionaba el padre de César Anchala y llenaba aquella sombrerería de artefactos únicos que 60 años después siguen trayendo fieles clientes, a pesar de su pasadizo casi secreto en la calle Benalcázar.


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27 agosto, 2018 Christopher Klassen
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Al ser el primer patrimonio mundial de la UNESCO, el casco histórico de la ciudad es un museo en sí mismo. Sus edificios coloridos y coloniales se inclinan hacia la Virgen alada conocida como el Panecillo, mientras que las magníficas iglesias, mansiones y plazas se imponen sobre las calles, transportándote a un mundo misterioso de una era olvidada  donde encontrarás los mejores museos culturales del Centro Histórico de Quito

Dentro de los muros empapados de historia hay una enciclopedia de museos, cada uno de los cuales narra el relato del cuento épico de la ciudad y su cultura. La Casa de Alabado, justo a la vuelta de la esquina de Casa Gangotena, es un lugar genial para sumergirse en la cultura precolombina de Quito, mientras que el Museo de la Ciudad revela los secretos de sociedades antiguas y cómo impactaron a las poblaciones durante las siguientes generaciones. El museo de arquitectura muestra cómo se desarrollaron las culturas a través de sus construcciones, y cómo estas curiosidades formaron las ideas de ciudadanía.

El Museo de Arte Colonial, Museo de Acuarela y Dibujo Muñoz Mariño y el Centro de Arte Contemporáneo le llevan a uno en un viaje a través de las obras de arte de Quito desde hace siglos atrás hasta el día de hoy.

Para profundizar en la vida de algunas de las mujeres más influyentes de Quito, visita la Casa María Augusta Urrutia, meticulosamente preservada, y el Museo Manuela Sáenz, una celebración a una de las primeras feministas revolucionarias de la región.

El museo de agua ofrece una historia de la ciudad a partir de su relación con el líquido que da vida, y para una experiencia surrealista, el Museo de Cera en el Centro Cultural Metropolitano recrea uno de los momentos más espeluznantes de Quito con detalles implacables.

Independientemente de sus intereses o de su edad, en el Centro Histórico de Quito de seguro descubrirá un museo que captura su imaginación y le permite entender de mejor manera esta metrópolis compleja y fascinante.

Museo de la Ciudad, García Moreno y Rocafuerte

El edificio más antiguo de Quito es el escenario ideal para un homenaje al crisol de culturas a lo largo de las generaciones, un concepto clave para entender las verdaderas fibras que unen a la ciudad en el siglo 21. El antiguo Hospital San Juan de Dios vio pasar pacientes por más de 400 años, ya que funcionó como un sanatorio desde 1565 hasta 1974, y se convirtió en un ícono para la ciudad a medida que sus residentes daban vida a su propia historia. Hoy se pueden encontrar exposiciones permanentes sobre las antiguas sociedades de Quito, la relación de la ciudad con el régimen colonial español y los orígenes del museo como el primer hospital de Quito. También hay exposiciones temporales y programas, celebrando la idiosincrasia de la ciudad, así como exhibiciones de arte contemporáneo y tradicional.

Casa María Augusta Urrutia, García Moreno, entre Sucre y Bolívar

Curiosear en una casa del siglo 19 para entender e inmiscuirnos en la ciudad de esa época no tiene precio.

María Augusta Urrutia, dueña de esta mansión rosada, ya falleció hace muchos años, pero sus posesiones, muebles y arte están perfectamente conservados en toda su gloria Art Nouveau.

María Augusta fue una dama de la aristocracia de Quito que quedó huérfana en 1904 a los tres años y legó numerosas propiedades hermosas y majestuosas.

Su marido Camilo Egas también murió joven. La pareja nunca tuvo hijos, por lo que esta mujer filantrópica donó su hogar a causas benéficas, permitiendo que se abriera como museo después de su muerte en 1987.

La casa en sí es una obra maestra que muestra una vida urbana lujosa: todas las cortinas son de terciopelo de barrido, las sillas tienen incrustaciones de concha, hay vitrales y cuatro camas con dosel, lo que lo hace un espacio ideal para explorar y alimentar la imaginación con escenas de la alta sociedad de ese siglo. Adicionalmente, dos patios soleados con piletas hechas de piedra dividen la casa, proyectando una luz soñadora a su visita.

También está expuesta en el museo la colección de María Augusta de 78 pinturas del artista Víctor Mideros, destacado impresionista de Quito que a veces fue encargado por la aristócrata para elaborar obras que incluyen una aclamada serie de cuatro arcángeles.

El legado de María Augusta ha dado forma a Quito de una manera que nunca hubiera previsto, su otra gran donación fue su hacienda al norte de la ciudad. Esta tierra se convertiría más tarde en el parque La Carolina, uno de los espacios verdes más queridos y frecuentados de Quito, donde los quiteños vienen a jugar ecua-vóley, fútbol y tenis, y pasar el rato con sus familias en fines de semana soleados.

Yaku Museo de Agua, Calle El Placer  

Sólo la vista desde el Museo Yaku que parece mirar de frente a los ojos de la Virgen alada del Panecillo, a la Casa Gangotena y los íconos del Centro Histórico, hacen que valga la pena la visita.

Su diseño moderno y la arquitectura enmarcada de acero, combinada con las piscinas de piletas funcionales, es también un cambio refrescante de escena frente a la ciudad colonial.

El museo está ubicado en las laderas del volcán Pichincha, donde las sociedades ancestrales tenían baños ceremoniales. Yaku, que significa “agua” en Kichwa, es una celebración del valor del agua para las diversas comunidades aborígenes de Quito, y educa sobre maneras de proteger el medio ambiente. El centro también explora las formas en que la ciudad trató con la purificación del agua en el pasado, con actividades prácticas y experimentos para adultos y niños de todas las edades, criaturas que habitan el agua y un sendero a través de un bosque mágico que muestra la maravilla del agua en la fauna andina.

Museo de Arte Colonial, Cuenca y Mejía

Esta espectacular colección de arte de la época colonial te lleva en un viaje a través del patrimonio cultural de la ciudad, mostrando famosas esculturas y pinturas de la Escuela de Quito.

Entre los pasadizos y arcos blancos que rodean el patio del edificio restaurado del siglo 17 están obras de artistas como Miguel de Santiago y Bernardo de Legarda.

Destacan en la colección Manuel Caspicara, Chili, cuyas principales obras de estilo barroco religioso ejemplifican el movimiento del siglo 18 en los Andes. Entre sus mayores admiradores estaba Eugenio Espejo, uno de los principales intelectuales de Ecuador (así como el primer periodista e higienista de Quito).

El museo está situado frente a la impresionante Iglesia de la Merced, con incrustaciones de oro, lo que lo convierte en una mañana perfecta de la cultura quiteña.

Figura precolombina en uno de los museos del Centro de Quito.
Una increíble escultura en uno de los museos del Centro de Quito.

Casa de Alabado, Cuenca y Bolívar

Casa de Alabado está lleno de artefactos precolombinos y misterios que requiere múltiples visitas para apreciar verdaderamente la magnitud de su maravilla. Ubicada dentro de una hermosa mansión del siglo 16, a pocos pasos de Casa Gangotena, la colección ofrece una impresionante gama de objetos y obras de arte de sociedades ancestrales, de las herramientas utilizadas por los chamanes en rituales antiguos y íconos de fertilidad hasta simples sillas y herramientas agrícolas. El efecto general es una visión sorprendente en la vida diaria y espiritual de esta comunidad intrigante.

Las caras y cuerpos ligeramente siniestros de las figuras moldeadas en arcilla crean una atmósfera misteriosa y reverente en el museo, mientras que la colección permanente del Mundo del Arte muestra algunos de los elementos más bellos y simbólicos existentes.

Dentro de la majestuosa mansión de la vivienda de la colección es un patio donde le pega el sol, ideal para un café post-exploración.

Centro de Arte Contemporáneo, Montevideo y Luis Dávila

Ubicado en otro fabuloso edificio patrimonial, un antiguo hospital militar, el CAC es un espacio cultural donde se encuentran algunos de los talentos artísticos más vanguardistas del país. El museo ofrece otra perspectiva del extenso Centro Histórico desde su ubicación en la colina de San Juan,.

Aquí se presenta un programa extenso de exposiciones, actividades y talleres, así como presentaciones musicales y de danza. Los espectáculos se llevan a cabo dentro de cinco espacios diferentes, desde pabellones llenos de luz hasta patios palaciegos.

El centro pretende romper paradigmas, permitiendo a los ecuatorianos crear su propia rama del arte contemporáneo, desde la pintura y el dibujo hasta la ilustración y la tecnología 3D.

Rodeado de mentes creativas, el CAC es también un lugar interesante para tomar un café por la tarde, y si usted es fan de la música pop y/o electrónica valdría bien revisar si tienen conciertos programados.

La vista del Centro de Arte Contemporáneo en el Centro de Quito.
La vista del Centro de Arte Contemporáneo en el Centro de Quito.

Museo de Acuarela y Dibujo Muñoz Mariño, Junín y Almeida

Un paseo por la calle Junín en el barrio de San Marcos en el Centro Histórico rinde un tesoro de rincones bohemios. Entre ellos se encuentra el museo de acuarela, donde se conservan las obras del reconocido pintor Oswaldo Muñoz Marino junto a otros artistas locales. Oswaldo, quien fue considerado el mejor acuarelista del siglo 20 del Ecuador, murió en febrero de 2016 a la edad de 92 años, dejando un tremendo legado creativo.

Creó una amistad y fue respetado por los artistas más reconocidos de América Latina como Frida Kahlo, Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Gabriela Mistral, Gabriel García Márquez, y Julio Cortázar. Ellos conocieron a Oswaldo por su brillante interpretación de la atmósfera en sus obras en tonos pastel.

Además de colecciones permanentes y exposiciones temporales, el museo acoge talleres de acuarelas y dibujo para niños, adolescentes, adultos y personas de la tercera edad.

Un fabuloso bar y restaurante justo al final de la calle es Café Dios No Muere, donde los anfitriones excéntricos sirven vinos, cervezas y comida de estilo de Nueva Orleans dentro de la casa crujiente que guarda muchos secretos.

Una exposición en uno de los museos del Centro de Histórico Quito.
Una hermosa exposición en uno de los museos del Centro de Quito.

Museo Manuela Saenz, Junín y Montufar

En la misma calle, unas casas más abajo, el Museo Manuela Sáenz celebra la vida y los logros de la activista política conocida como la “libertadora del libertador”.

El museo rinde homenaje a una figura subestimada y en gran parte olvidada de la Independencia de América Latina, y una de las primeras feministas de la región.

Nacida en Ecuador, Manuela se reunió con el célebre Simón Bolívar en Quito. Los dos se hicieron amantes, donde después de Manuela acompañó a Simón en sus hazañas revolucionarias. Sus esfuerzos en la Batalla de Pichincha fueron legendarios, un enfrentamiento en 1822 que aseguraría la libertad del Ecuador de los colonialistas españoles.

En los tres pisos de la hermosa casa citadina están el arte, los libros, las armas y las posesiones de Manuela, Simón y su compañero revolucionario Antonio José de Sucre.

También es el hogar de las cartas intercambiadas entre los amantes, aquí usted puede osar liberar su propio espíritu revolucionario!

Museo de Cera en el Centro Cultural Metropolitano, García Moreno y Benalcázar

El Centro Cultural Metropolitano, construido junto a la iglesia cubierta de oro de La Compañía de Jesús por la orden jesuita, fue siempre destinado para fines educativos. A lo largo de su historia, el edificio ha alojado de manera variada una gran biblioteca, cuarteles militares, conventos, farmacias, escuelas, una fábrica de tabaco, prisiones y una cafetería. Los espacios fueron dedicados a la Casa de la Moneda, Impresión Nacional, Museo Nacional y una sala de reuniones para el Congreso Nacional.

Sin embargo, una de sus instalaciones más extrañas y espeluznantes es el Museo Alberto Mena Caamaño y su sala permanente “De Quito al Ecuador”. Es aquí donde las figuras de cera traen a la vida con macabra vivacidad la masacre del 2 de agosto de 1810, en la que los rebeldes del levantamiento de 1809 fueron asesinados por las autoridades cuando sus compadres trataron de liberarlos. La escena está instalada de forma escalofriante en la misma sala donde tuvo lugar el evento, inspirada en un cuadro de Cesar Villacres.

La emblemática Plaza Grande está a dos pasos del museo, donde los cafés escondidos en los arcos bajo la catedral ofrecen brillantes miradores y una base desde donde observar la rutina del palacio presidencial.

Una recreación de uno de los momentos más espeluznantes de Quito en el Museo de Cera.
Vive la recreación de uno de los momentos más espeluznantes de Quito en el Museo de Cera.

Museo Archivo de Arquitectura del Ecuador, Junín y Ortiz Bilbao

La arquitectura de Quito puede ser confusa. Hay una verdadera mezcla de diseños, de variadas creaciones coloniales, una catedral neo-gótica adornada con animales tétricos de Galápagos, e incluso se inclina al Art Déco. El Museo Archivo de Arquitectura del Ecuador, una instalación creada por el Colegio de Arquitectos de Pichincha para documentar y estudiar el patrimonio arquitectónico de la ciudad y permitirle contar sus propias historias de urbanismo, le ayudará a darle sentido.

Como muchos de los mejores atractivos de la ciudad, el museo está ubicado en la calle Junín, en el barrio pintoresco de San Marcos, donde se encuentran curiosidades arquitectónicas como el Monasterio de Santa Catalina, la Iglesia de San Marcos y edificios cívicos con un importante patrimonio histórico. Excéntricos bares y restaurantes.

Además de ser un espacio para discutir la arquitectura y sus implicaciones para la ciudadanía, el museo cuenta con un programa cultural, incluyendo talleres de arte, música y danza, todos creados con la arquitectura como punto de partida.


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27 agosto, 2018 Christopher Klassen
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Entender un menú quiteño es entender una mezcla de culturas, continentes, épocas, ingredientes y gustos, y cómo éstas moldearon las tradiciones de la ciudad y la sociedad – tanto en la cocina como fuera de ella. Aquí, una ayuda para facilitar el ordenar su comida en el Centro Histórico de Quito.

El origen de la cocina tradicional de Quito se remonta a antes del siglo 16 con la dieta precolombina: papas, camote, yuca, y los tubérculos menos conocidos: melloco, oca y mashua, todos provenientes de la Pachamama. De Inti, o el sol: quinua, poroto, zambo, zapallo, chile picante y maíz. Las proteínas animales no eran parte de la vida indígena, pero el ají ya era un elemento esencial.

La era republicana que comenzó en 1822 refinó la gastronomía, con cortes de carne más delicados, hierbas modernas, e introdujo la repostería.

Hoy en día, los chefs son más creativos con los alimentos que nunca, mezclan nuevos estilos, técnicas e ingredientes con las costumbres tradicionales.

¿Qué debería probar en el Casco Antiguo de Quito?

Desde los puestos ruidosos en el mercado, hasta las elegantes mesas de restaurantes finos, encontrará variaciones de un mismo delicioso menú, que le hará recordar algo que quizás no pueda identificar tan fácilmente. A pesar de que comparta semejanza con otras cocinas, hay ciertos elementos que son verdaderamente únicos de la comida quiteña.

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Plato de un lugar de almuerzos en Ecuador
Typical Ecuadorian Food Court

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Plato de un lugar de almuerzos en Ecuador
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A medida que vaya explorando el casco antiguo de la capital, descubrirá que hay muchas opciones sabrosas para experimentar la comida típica de Quito. Tome en cuenta que puede ser que su cuerpo aún esté adaptándose a la altura y, a veces, esto puede presentar un poco de sensibilidad en cuanto a la digestión. Dicho lo anterior, aquí tiene algunas de nuestras recomendaciones de comidas que le puedan interesar si desea explorar la cocina tradicional del Ecuador.

  • Locro – Esta sopa de papa, acompañada de un pedazo de aguacate y un puñado de queso, llena de un sentido de nostalgia a cualquier ecuatoriano que pasó gran parte de su vida en la Sierra. Considérale un tipo de comida reconfortante.
  • Seco de pollo – Though «seco» literally translates to «dry», the name is actually a neologism of the English word «second», in this case, implying entrée. This moist and flavorful chicken usually comes with a heap of rice and a handful of salad.
  • Fritada – No hay nada saludable en este plato de carne de cerdo frita, pero su delicia está tanto en el sabor dulce y salado como en su textura suave y crujiente.
  • Seco de chivoAl igual que el seco de pollo, el de chivo es jugoso y sabroso. La carne de chivo es común en la cocina ecuatoriana. ¡Es sorprendentemente saludable y deliciosa!
  • CevicheA diferencia del ceviche de la costa que tiene bastante limón, al de la sierra se lo prepara con una fuerte infusión de tomate andino, pescado blanco, o mariscos, y se lo sirve con cebollas y canguil (que se agrega al ceviche para darle un toque crujiente). Si busca otra opción fabulosa, pida el ceviche al estilo manaba, variación que se prepara con base de maní, una favorita muy popular.
  • LlapingachosCrujientes por afuera, blandos por dentro, estas tortillas de queso están fritas en manteca de cerdo, ¡cosa que da un toque fabuloso a su sabor!
  • Higos con queso – Los higos con queso fresco podrían sonar como una combinación extraña para quienes no son latinos, pero para los ecuatorianos es el encuentro de dos comidas celestiales en un postre delicioso y decadente. El queso blanco es ceñido por un jarabe de caramelo, que junta el lácteo con los higos dulces y exquisitos.
  • Mote – Indiscutiblemente el mejor acompañante para el chicharrón. Este grano nutritivo pierde su santidad cuando se lo reviste en una gran capa de grasa de cerdo, llena de ají e introducida con gusto en la boca. Esta opción puede que le deje lleno, a pesar de que es alta en grasa y poco nutritiva. Sin embargo, descubrirá por qué es una opción de almuerzo tan atractiva.

¿Cuál es la mejor comida de Quito? ¡La Cocina Mestiza!

La Panceta, cocida durante 24 horas, cuenta con texturas de maíz y una reducción de arveja, menta y hierba buena.

Después de pasar uno o dos días explorando los diferentes restaurantes en el Casco Antiguo de Quito, puede que desee evitar los lugares de alimentos grasosos que se encuentran en cada esquina. ¿Quizás quiera tener una experiencia gastronómica inolvidable? Aquí entra el Restaurante Casa Gangotena, donde puede disfrutar de la aventura culinaria más ideal.

Cocina Mestiza - Bife de chorizo
El corte de bife grillado, al estilo chorizo, viene acompañado de una demi-glace de trufa, portobellos, cebollín y alcachofa.

Así como las culturas ecuatorianas, indígenas y de origen español, combinan para producir algo nuevo y auténtico que llamamos mestizaje, que, a su vez, dio lugar a una identidad culinaria única, el Restaurante Casa Gangotena celebra esta tradición al re-imaginar platos y recetas clásicas, en lugar que simplemente reproducirlos.

Ceviche Cocina Mestiza
Este refrescante Ceviche de Pesca cuenta con trozos de pescado bañados en jugo de limón con pepino y albahaca.

Este estilo de preparación de alimentos se llama Cocina Mestiza. Combina los mejores ingredientes y sabores con las técnicas más contemporáneas e innovadoras. Los residentes del Ecuador quizás reconocerán sabores y texturas típicos, mientras los visitantes podrán apreciar un patrimonio gastronómico distintivo presentado en un estilo diferente a cualquier otro restaurante en Quito.

Cocina Mestiza-style Locro
El popular Locro llevado a un nuevo nivel en el Restaurante Casa Gangotena

Tome, por ejemplo, el plato popular de Locro, mientras puede degustar este favorito de la región en cualquier parte de Quito, cuando lo ordena en Casa Gangotena, inmediatamente podrá experimentar la diferencia. Una parte puede ser la frescura de los ingredientes, pero hay otra diferencia, no tan fácilmente identificable, que marca la diferencia en su preparación, presentación, sabores y texturas, que realmente hace que este plato se reluzca.

Cocina Mestiza-style Pork Bondiola
Esta deliciosa Bondiola de Cerdo, preparado a lo largo de 72 horas, cuenta con lavanda, balsámico, zanahoria, remolacha rostizada y crema agria.

Si no está seguro de qué ordenar en Casa Gangotena, pues, ¡tiene suerte! El Restaurante cuenta con un menú de degustación de 7 tiempos, meticulosamente comisariado, disponible con o sin un maridaje de vinos.


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27 agosto, 2018 Christopher Klassen
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La estatua de la virgen alada, visible desde todos los ángulos que se encuentra sobre una colina, es un ícono del Centro Histórico. Y es uno de los destacados monumentos que le dieron el título a Quito Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO en 1978.

El Centro Histórico, que ha sido hermosamente conservado y cuidado por sus ciudadanos, es un crisol de cultura precolombina, la Escuela Barroca de Quito fusiona las tradiciones artísticas indígenas y europeas, y es el punto de encuentro entre el hombre y la naturaleza, creando una metrópoli que está en armonía con sus alrededores.

Es un auténtico homenaje a su importante historia, y sigue siendo el hogar y lugar de trabajo de miles de residentes.

¡Explora las maravillas del Centro Histórico de Quito a tu paso!

Los turistas podrán notar la ropa tradicional que muchos de los hombres y mujeres que trabajan en tiendas llevan puestos o como las costumbres no han cambiado durante todos estos años de vendedores ambulantes, zapateros, y almacenes de íconos religiosos.

Pero incluso entre una gran cantidad de maravillas, hay iglesias, plazas y teatros que brillan más que el resto. Siga leyendo para conocer las maravillas del Centro Histórico de Quito que tiene que visitar.

La vista de El Panecillo en Quito.
La increíble vista de El Panecillo en Quito.

Las Iglesias

Las iglesias y edificios religiosos del casco histórico de Quito son, sin duda, una de las joyas más finas de la ciudad, y no son sólo de interés para los católicos devotos. Estos monumentos exhiben la cultura de la ciudad, la historia y el arte a través de los siglos.

No se puede perder San Francisco, el complejo religioso más grande de América Latina ubicado en la misma plaza que Casa Gangotena, lo que brinda al hotel algunas de sus mejores vistas. Fue la primera iglesia de Quito y la más significativa para la cultura religiosa.

La Compañía es un brillante ejemplo de arquitectura barroca, cada detalle de su interior ha sido bañado en oro y decorada con piezas elegantes y una cúpula azul celeste.

Una de las mejores ilustraciones neo-góticas de la región, la Basílica del Voto Nacional está adornada con animales ecuatorianos que parecen estar congelados en piedra. La vista que se aprecia desde sus torres hace que la subida hasta llegar a la cumbre valga la pena, y también el vértigo. Estas tres atracciones son apenas un abreboca: hay muchas iglesias y conventos que esperan ser descubiertos en las misteriosas calles de Quito.

La Basílica del Voto Nacional en el Centro Histórico de Quito.
La Basílica del Voto Nacional es un templo religioso con estilo neogótico en Quito.

Las plazas

A menudo, enmarcadas por iglesias o edificios estatales importantes, las plazas del Centro Histórico son el eje de la vida pública. Plaza Grande (o Plaza de la Independencia, su nombre oficial) es donde se concentra la actividad, con zapateros y vendedores de helados, cafeterías y puestos artesanales.

La Plaza de la Independencia y la Catedral en el Centro Histórico de Quito.
La Plaza de la Independencia es la plaza principal del Centro de Quito.

En un lado se impone el Palacio Presidencial y en el otro la Catedral, la plaza es un lugar de encuentro para manifestaciones políticas y congregaciones religiosas.

También está la Plaza Santo Domingo con su mercado de venta de artesanías, así como una letanía de hermosas plazas pequeñas en la vecindad.

Plaza San Marcos es uno de estos, un espacio tranquilo y con sombra, a un lado de la iglesia, donde la gente viene a sentarse en los bancos y charlar con sus vecinos.

El entretenimiento

No sólo es el Centro Histórico de la ciudad el mejor modelo de arquitectura e historia de la ciudad, también es el eje cultural, con teatros y música en vivo.

El Teatro Nacional Sucre es el mejor teatro del casco histórico, tanto en estética e historia como en la calidad de sus presentaciones. Se inauguró en 1886, el gran edificio neoclásico acoge el renombrado festival internacional de jazz de la ciudad, así como musicales y óperas de alto octanaje.

Por el día o por la noche, La Ronda es el lugar ideal para el entretenimiento: en el día, la estrecha e histórica calle está llena de tiendas peculiares que venden chocolates, sombreros de paja toquilla y artesanías, y cuando llega la noche, La Ronda ofrece la mejor vida nocturna llena de artistas callejeros y bares ​​atractivos con shows de salsa y danza.

La calle de La Ronda en el Centro Histórico de Quito.
Disfruta una caminata por la icónica y tradicional calle de La Ronda en el Centro Histórico de Quito.

Bonus: La gastronomía

Quito es reconocido por tener una de las gastronomías más ricas y vastas de la región. Es por eso que, para rendir homenaje a nuestras raíces y costumbres, Restaurante Casa Gangotena presenta su carta de Cocina Mestiza. Cargada de opciones tradicionales preparadas con técnicas de alta cocina, nuestra carta tiene opciones para todos los gustos.


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27 agosto, 2018 Christopher Klassen
Reading Time: 3 minutes

Como las frutas más dulces o los libros más cautivadores, el exterior de la iglesia de la Compañía de Jesús no hace justicia a todo el esplendor que espera adentro.

Situado al lado de la Plaza Grande, la fachada de piedra está adornada con arcángeles y santos, columnas en espiral y una puerta que causa envidia a sus vecinos. Sí, es grandiosa, pero no es nada en comparación a la magia que se encuentra del otro lado.

¡Oro! Oro sólido, pan de oro y más oro cubren cada superficie del interior: las paredes y columnas son doradas, los parapetos y techos, brillantes como el interior de una bola de disco.

La fachada de piedra de la Iglesia de La compañía de Jesús en Quito.
La increíble fachada de piedra de la Iglesia de La Compañía de Jesús.

Fiel al estilo barroco, cada uno de los espacios de la iglesia está decorado con alguna fineza, si no son de oro, está cubierto por alguna pintura de un santo en un suntuoso tecnicolor, creado por los grandes artistas de la Escuela Quiteña. Construida por los jesuitas entre 1605 y 1765 – tomó 160 años para completar – la iglesia fue inspirada en dos templos jesuitas emblemáticos en Roma: Il Gesú y San Ignacio. Cuando los jesuitas fueron expulsados del país en 1773 la iglesia fue abandonada y muchos de sus artefactos robados, de modo que (sólo) 52 kilogramos de oro permanecen.

No es sólo el lavado de oro que parece exagerado: el órgano está compuesto de 1.104 tubos. Al mirar la parte de atrás de la iglesia, fíjese en las escaleras en espiral que están situadas a ambos lados. Hay algo peculiar en el de la derecha…

El púlpito es una maravilla, la parte superior se asemeja a un sombrero de mago, mientras que los bancos originales de roble del siglo XVII aún permanecen, grabados con ángeles y deliberadamente incómodos, para evitar que los devotos se queden dormidos durante la misa.

El interior de la Iglesia de La Compañía de Jesús.
El espléndido interior de la Iglesia de La Compañía de Jesús.

Lo más extraordinario es el altar adornado con santos y ángeles, escenas bíblicas y patrones, con una cúpula de color azul celestial, y rodeada por los 12 apóstoles. El espejo colocado estratégicamente permite ver cada detalle de la cúpula en toda su gloria barroca.

Como corresponde a un escenario tan abrumante, la Compañía está llena de leyendas y misterios. La primera santa de Ecuador, Mariana de Jesús, está enterrada en la iglesia. Su santidad fue otorgada después de que ella decidiera sacrificar su propia vida para detener la corriente de terremotos que devastaron Ecuador en 1645. Tres días después de que ella orara en la Compañía para la salvación de su tierra, se le diagnosticó una enfermedad que causó su muerte. Por consiguiente, los terremotos cesaron inmediatamente.

También existe la historia de La Dolorosa, una pintura de la Virgen María que abrió y cerró los ojos frente a un grupo de estudiantes, durante 15 minutos, en el colegio San Gabriel en 1906.

Recientemente, un incendio provocó estragos en el altar en 1996, iniciado por una lámpara. La iglesia permaneció cerrada por 10 años, y cuando fue reabierta, una cara de un ángel en la cúpula permaneció carbonizada, como un recordatorio de la destrucción.

Con la ayuda de un guía, que se ofrece a todos los que pagan la pequeña cuota de entrada, se puede descubrir una miríada de otros cuentos que agregan al misterio y el poder de aquel espacio celestial.

A dos pasos de la Compañía se encuentra un tesoro de museos y sitios de interés: el Centro Cultural Metropolitano con sy extraño museo Alberto Mena Camaño y sus obras macabras de cera, el palacio presidencial y el cambio de guardia, y la Catedral Metropolitana.

Después de dar un vuelta, puede tomar un café al aire libre en Plaza Grande, ideal para observar el pasar de la tarde: las palomas que vuelan aleatoriamente, mujeres indígenas que venden sus mercancías y lustradores de zapatos que buscan un nuevo cliente.

Decoraciones de La Compañía de Jesús.
La Iglesia de La Compañía esta llena de increíbles decoraciones.