La Plaza San Francisco: una de las razones más importantes para visitar Quito
El mejor momento para disfrutar de la Plaza San Francisco es durante las primeras luces violetas del amanecer, cuando la plaza permanece tranquila, sin gente, y no ha tenido la oportunidad de ponerse su maquillaje y engalanarse. A esta hora, desde el mirador de la terraza del tercer piso de Casa Gangotena o desde las habitaciones con vista a la plaza de este icónico hotel, se puede ver cómo este lugar único encaja en la ciudad: rodeado de cúpulas, torres y la cumbre blanca del volcán Cayambe que observa tímida desde la distancia.
Casa Gangotena es mucho más que un espectador casual; este hotel es un prestigioso miembro de la Plaza San Francisco, ocupando su esquina sudoeste como una impresionante adición a este ícono quiteño. Desde Casa Gangotena, no solo podrás ver lo que sucede en la plaza, sino que te conviertes en parte de ello. Desde los turistas absortos y los monjes de túnica marrón, hasta los vendedores ambulantes y el vuelo de las palomas, tú casi podrás sentir como la energía de la vida fluye a tu alrededor. De esta manera es como el vaivén de la plaza se transforma en el vaivén de Casa Gangotena.
¿Cuál es la historia de la Plaza San Francisco en Quito?
Según historiadores, antes de convertirse en el complejo de San Francisco en el siglo XVI, el espacio al que Casa Gangotena ahora observa era el palacio real de Huayna Cápac, el gran emperador Inca. Además, este lugar también funcionaba como un templo ceremonial para esta sociedad precolombina. La mayoría de los historiadores coinciden en que, antes de que los franciscanos comenzaran la construcción de esta importante plaza y su convento e iglesia, la zona era ocupada por un ajetreado mercado de fin de semana. Aunque en ese entonces Quito no era una ciudad completamente desarrollada, era el punto de intercambio entre pequeñas poblaciones ubicadas alrededor de las montañas de los Andes. Fue por esta razón, debido a su importancia estratégica, que los españoles y sus órdenes religiosas eligieron construir su complejo insigne aquí. Esta también es la razón por la que el espacio que ocupa Casa Gangotena en la actualidad tiene tanta importancia para la historia e identidad del centro histórico de Quito.
Actualmente, uno puede ver la influencia de esta plaza (y lo que los españoles construyeron aquí) a través de todo el centro histórico de Quito: docenas de iglesias se pueden encontrar en casi todas sus cuadras. La Plaza de San Francisco, en efecto, encendió la llama religiosa por todo Quito, sirviendo como referente para todos los complejos religiosos que se construyeron en gran parte del centro de la ciudad. De hecho, San Francisco de Quito sirvió como el centro religioso (pre y post hispánico) de las américas por un largo tiempo.
Tal es la importancia y el significado de la Plaza de San Francisco que la trascendental procesión de Jesús del Gran Poder, por ejemplo, inicia en esta plaza y pasa justo al lado del hotel a lo largo de la calle Bolívar. La terraza del tercer piso de Casa Gangotena es el mejor lugar para observar la fascinante marcha de los cucuruchos, vestidos con túnicas moradas y capuchas, mientras cargan enormes cruces de madera en la espalda. Arrojar pétalos de rosas desde este lugar privilegiado es una tradición que ha permanecido viva durante siglos. Hoy por hoy, esto es algo que solo los huéspedes de Casa Gangotena pueden disfrutar.
A pesar de que la plaza forma parte del complejo religioso de San Francisco (construido por los monjes franciscanos en 1537 y se dice que es la iglesia más antigua de América Latina), el rol de este espacio es mucho más que ceremonial, es el corazón de la vida del casco antiguo de Quito, donde el comercio, la gastronomía, la religión y el lujo se encuentran.
Estas referencias históricas se pueden sentir en Casa Gangotena, predominantemente en el restaurante, donde el concepto del menú, Cocina Mestiza, busca honrar la larga y rica historia del área que rodea al hotel. Esto sale a relucir en la hermosa vajilla de roca volcánica o cerámica pintada a mano; además, los platos aluden a siglos de tradiciones culinarias locales y muchos de los ingredientes que se utilizan para crearlos son productos patrimoniales rescatados del olvido por el apasionado chef.
Y aunque parece que la plaza forma parte del mismísimo ADN de Quito, este espacio no siempre lució así, como una planicie de piedras, escasa de bancos y esculturas. La plaza fue empedrada en 1940; sin embargo, antes de que eso sucediera, era un terreno baldío donde se organizaban actividades para los habitantes: obras de teatro, mercados, corridas de toros, procesiones, talleres agrícolas y catequismo masivo.
Durante un tiempo, ¡la plaza incluso lució preciosos jardines franceses! Pinturas de la época colonial revelan que había una gran fuente de piedra en el centro de la plaza. De esta fuente, los indígenas recolectaban agua en enormes urnas de cerámica para compartir con los barrios de la ciudad.
¿Cuál es la historia detrás de la iglesia y convento de San Francisco?
Es imposible hablar de la vida y la gente de la Plaza San Francisco sin mencionar el complejo religioso de San Francisco, un verdadero ícono del Centro Histórico de Quito, cuya blanca fachada e imponentes torres conforman una de las vistas más preciosas que tenemos desde Casa Gangotena.
Construido durante un período de casi 150 años (1534-1680) y fundado por el misionero franciscano Jodoco Ricke, el complejo fue la primera iglesia católica en Quito. Con más de 8 hectáreas, es el complejo más grande de su tipo en América, abarcando una iglesia principal y dos capillas, patios, pasadizos, huertos, catacumbas, calles internas e incluso una cancha de fútbol y una fábrica de cerveza artesanal. Este complejo, en la antigüedad, albergó a 160 monjes aproximadamente. Hoy por hoy, alrededor de 27 frailes franciscanos residen aquí. Se los puede distinguir fácilmente por sus túnicas encapuchadas de color marrón. ¡Los puedes observar, en ocasiones, cruzando la plaza desde la terraza del tercer piso de Casa Gangotena! Son sus santos residentes los que le dan a San Francisco su atmósfera distintiva; más que un museo o una iglesia antigua, San Francisco es un hogar que protege a los monjes de las miradas indiscretas y las complicaciones de la vida moderna.
El complejo tiene una relación importante y una historia entrelazada con Casa Gangotena. Ambas instituciones crecieron juntas en la famosa plaza con respeto mutuo y apoyo (aunque este hotel de Quito es muchos siglos más joven que San Francisco debido a su reconstrucción después de un incendio a principios del siglo XX).
Por esta razón, experiencias exclusivas están disponibles para los huéspedes de Casa Gangotena, incluyendo un recorrido hacia la terraza de la iglesia al atardecer. Desde este punto, podrás obtener una vista incomparable de la plaza y de Casa Gangotena. ¡Encuentra más información abajo!
¿Qué puedes hacer en Plaza San Francisco?
Compartiendo el flanco de la plaza con Casa Gangotena en la calle Bolívar, se encuentra la joyería ARIU Studio. Residente de la plaza por más de una década, la tienda vende hermosas piezas de oro y plata diseñadas por Byron Ushiña, un descendiente de los antiguos habitantes de Imbaya. Las joyas están inspiradas en accesorios y ornamentos ancestrales. Cada colgante, brazalete o arete es una reinterpretación de figuras precolombinas. La tienda es cavernosa y extensa, con una ventana por la cual se vislumbra un sereno patio interior.
Otro vecino de Casa Gangotena es Nua Ami Ethno Shop, una bella galería de artesanías y souvenirs de 60 productores de todas las regiones del país. El elemento más llamativo de sus vitrinas es el colorido sombrero del Aruchico (un personaje típico de las fiestas populares), comúnmente usado en las fiestas indígenas de San Juan y San Pedro. El sombrero está elaborado en tela y decorado con pequeños espejos y cintas multicolores que caen a los lados, como una medusa multicolor.
¿Listo para explorar Quito desde el corazón de la ciudad?
Cruzando la plaza, hacia su flanco sureste, se encuentra Homero Ortega Panama Hats, una tienda que cuenta con una pequeña selección de maravillosos sombreros elaborados en las tierras altas de Cuenca y demostraciones de cómo se elaboran estos icónicos sombreros.
Mejor aún es Casa Montecristi, ubicada al otro extremo de la plaza, justo frente a Casa Gangotena. ¡Esta es una de las mejores tiendas de sombreros del centro de Quito! Sus especiales sombreros son elaborados en la provincia costera de Manabí, donde crece la palma que se utiliza para su fibra. Reconocidos por la UNESCO como parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad, estos elegantes sombreros (con sus franjas negras características) cuestan entre $30 USD y $8.000 USD, los más costosos se distinguen por su “conteo de hilos” de más de 40 puntadas por pulgada, que se mide con una lupa y regla especial.
A pocos pasos, ocupando los arcos debajo del atrio del complejo religioso de San Francisco, se encuentra Tianguez, un punto de acceso cultural multipropósito. Uno de sus usos es como café / restaurante, con la opción de sentarse al aire libre en la misma plaza y admirar la preciosa fachada de Casa Gangotena mientras ves cómo pasa la vida en Plaza San Francisco. También es una magnífica tienda de artesanías que exhibe y vende piezas de locales de todo el país a precio de comercio justo. ¡Tianguez (que significa mercado en los antiguos dialectos de Quito) es tan completo que se lo puede considerar como un museo de artesanías ecuatorianas! El espacio es como una madriguera; cuando lo exploras, a tu paso se abren túneles cada vez más profundos por debajo del complejo religioso de San Francisco. Sus pasadizos estrechos exhiben máscaras multicolores de animales, cerámicas grabadas y, en lo más profundo de los túneles, está lo mejor: arte erótico de la cultura Jama-Coaque.
¿Cuál es la famosa leyenda que envuelve a San Francisco?
Si hay una leyenda popular que todo quiteño conoce de memoria, es la de Cantuña y el Diablo. Francisco de Cantuña era un humilde obrero asignado para construir el atrio de la iglesia San Francisco, en la parte superior de la plaza. Al notar que el tiempo para concluir este trabajo se le había escapado de las manos y que quedaba un día para la fecha de entrega, Cantuña, presa del pánico, pensó en el doloroso castigo al que tendría que someterse.Tras no recibir respuesta de Dios ante sus oraciones, Cantuña se contactó con Satanás para hacer un trato: si el Ángel de la Oscuridad terminaba de poner cada piedra en su lugar antes del amanecer, el alma del obrero sería enviada a las profundidades del infierno.Lucifer y sus demonios hicieron su parte diligentemente; sin embargo, una piedra estaba desaparecida. ¡El ingenioso Cantuña la había ocultado para salvar su alma! El acuerdo fue anulado y el alma del obrero fue salvada de su oscuro destino. Se dice que la bandada de palomas inquietas que permanecen en la Plaza San Francisco, cuyo aleteo se escucha desde la terraza de Casa Gangotena, son en realidad demonios que fueron transformados por Lucifer para esperar el regreso del alma de Cantuña.
No obstante, la leyenda de Cantuña no termina aquí. El obrero cuenta con una capilla entera dedicada a su memoria. Este espacio, tiempo atrás, estaba reservado solo para esclavos, indígenas y comerciantes.
Aparte de todas las leyendas, el atrio de San Francisco es un lugar fascinante e inspirador. Su doble escalera circular de media luna es un mirador espectacular de la plaza, un lugar para contemplar y admirar cómo convergen todos los mundos del centro histórico de Quito y como se desenvuelve la vida y la gente de la Plaza San Francisco.
Un maravilloso mundo alrededor
Si Plaza San Francisco es el corazón del Centro de Quito (y Casa Gangotena es uno de sus poderosos músculos), entonces las calles a su alrededor son las venas y arterias que transportan el oxígeno que da vida al resto de la ciudad. Llenas de vitalidad, tradición e historia, estas son las primeras calles que recorrerás cuando salgas de tu hotel en Quito, experimentando de cerca la vida y la gente de la Plaza San Francisco. Está la calle Benalcázar, una calle larga y empinada que te conducirá hacia las torres de la Basílica del Voto Nacional.
El lado derecho se conoce como el bloque Jesuita, un bloque entero comprado poco a poco por esta orden religiosa tardía. En el otro lado de la manzana, se encuentra la entrada a algunas de sus construcciones más famosas e ilustres: el Centro Cultural Metropolitano y la iglesia La Compañía. De regreso por la calle Benalcázar, está el Café Águila del Oro, una de las cafeterías más tradicionales de la ciudad, abierta desde 1948. Las variadas antigüedades y el rico café de olla son testimonio de sus antiguos orígenes.
La plaza de la gente
Observar la vida y la gente de la Plaza San Francisco, ya sea desde la habitación del hotel, desde la terraza del tercer piso, desde las cúpulas de las iglesias o desde el centro de la misma plaza, es observar el Centro Histórico de Quito despierto y vivo en todas sus formas. Los niños correteando, las palomas aleteando, los vendedores con sus voces ásperas, los franciscanos con pasos apresurados, los devotos en camino a misa, incluso el borrachín tumbado al sol de la escalera de media luna: esta es la gente del Centro Histórico de Quito. Ellos están ahí para hacer de tu experiencia algo más rico y colorido. Solo desde Casa Gangotena podrás convertirte en uno de los personajes de este maravilloso entorno, convertirte en un actor de la Plaza Francisco y de su historia interminable.